La torre Velasca está situada en el centro de Milán, en la parada amarilla de la línea de metro Missori, y es uno de los rascacielos emblemáticos de la ciudad de Milán.

Se construyó entre 1956 y 1958, a partir de un diseño del estudio Bbpr, un grupo de arquitectos italianos formado en 1932 por Gian Luigi Banfi, Lodovico Barbiano di Belgiojoso, Enrico Peressutti y Ernesto Nathan Rogers.

La torre debe su nombre a la plaza del mismo nombre en la que se encuentra, del político español Juan Fernández de Velasco, que gobernó el Ducado de Milán en el siglo XII.

El edificio, de hormigón armado, forma parte del patrimonio arquitectónico catalogado por la Soprintendenza ai Beni Culturali.
La Torre Velasca es un rascacielos único por su arquitectura, tiene forma de "seta" y desde hace más de 50 años es un símbolo del skyline milanés y de la arquitectura contemporánea. Con sus 27 plantas y 106 metros de altura, es una de las obras arquitectónicas más importantes de la posguerra, un icono de la ciudad que combina tradición e innovación, historicidad y modernidad.

En 1961, pocos años antes de su inauguración, la Torre Velasca fue galardonada con el"Premio a la obra terminada" que concede anualmente el In/Arch (Instituto Nacional de Arquitectura); así, el edificio se convirtió pronto en codiciada sede de prestigiosas oficinas, así como en residencia de ilustres personalidades del mundo del espectáculo como Gino Bramieri, que vivió durante mucho tiempo en un ático con vistas al Duomo.

El encanto de la Torre, su esencia futurista y tradicional, la convierten en uno de los puntos de referencia de la ciudad, tanto para sus habitantes como para quienes desean descubrir todos sus atractivos.