Un hilo sutil une parques, oasis naturales y grandes jardines, los lugares donde la naturaleza es, al mismo tiempo, inspiradora, espectadora y desde siempre coautora.

Riquísima de parterres florales y parques regionales, con el Stelvio que defiende la causa de los grandes parques nacionales, la Lombardía es un museo al aire libre protegido por el hombre, pero creado por la naturaleza artista. En los parques, los perfumes nutren el alma y las historias entretienen delante de una chimenea. El Stelvio posee algunas de las subidas más codiciadas por los ciclistas y las praderías de montaña más populares entre los caminantes. El viento crea juegos de luz entre las colinas morrénicas y los pantanos frecuentados por las cigüeñas, a lo largo de las orillas del Mincio, en el homónimo parque.