La Chiesa di San Bernardino alle Ossa fue construida a partir del siglo XIII entre  vía Brolo donde se encontraba el viejo  Hospital  de San Barnaba en Brolo y el  Verziere,  antiguo mercado orto-frutícola.

Adyacente a la iglesia surgía el osario, donde se sepultaba a los que morían en el cercano hospital.

 La iglesia fue llamada  "la más piamontesa de Milán" por su estilo  barroco-rococó y  porque fue, durante mucho tiempo sede de la confraternidad  de los formaggiai tanto que en su interior,  hay una lienzo cinquecentesca que representa a  San Lucio, su protector.

En el interior, desata curiosidad la capilla-osario decorada con un fresco de Sebastiano Ricci con el título "Trionfo di anime in un volo di angeli" (1695).

En las paredes de la iglesia se encuentran huesos humanos que pertenecían a los enfermos del cercano Hospital.

La leyenda popular cuenta que el 2 Noviembre los huesos de una niña, sepultada a la izquierda del altar,  cobran vida y arrastran todos los esqueletos componiendo un baile fantasmal.