La Galería de Emociones en la Naturaleza es una especie de Centro de Visitantes del pueblo, dentro del cual se han creado una serie de "dioramas", la mayoría vivos, que representan lugares concretos y momentos sugerentes.

La intención es despertar en quienes los observan emociones particulares, y de ahí la elección del nombre.

Al entrar, tras el mostrador de recepción, comienza un viaje evocador con la representación de un paisaje otoñal coronado por la presencia de un personaje animatrónico que representa alHomo selvadego de todos los lugares y épocas. Un personaje que vivió en el pasado entre la realidad y la leyenda. Se le quiere atribuir, al presente en el diorama, la cualidad no sólo de ser un salvaje aislado del resto de la gente, sino de sabio, de inconformista, de hombre bueno, que vino de nadie sabe dónde y que además fue capaz de enseñar a los habitantes artes y oficios.

Inmediatamente después, se encuentra un manantial de agua. Continuando, se pueden admirar dos reconstrucciones de paisajes de montaña, una en verano con arroyos y un estanque y la otra en invierno. A continuación hay otra encantadora pintura de una escena primaveral con dos leñadores que intentan talar un árbol alto como se hacía antaño, sin el uso de las modernas motosierras. En este diorama se ve un hormiguero con hormigas vivas y una sección de sus celdas subterráneas o dentro de la protección abovedada del nido.

El paseo por la Galería de las Emociones continúa con la oportunidad de ver varias colecciones de insectos, minerales y gemas dentro de una gran cómoda.

En un momento dado, se entra en la Sala de la Pradera Alpina para admirar una fiel reconstrucción del entorno típico por encima de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, un lago alpino de más de 11.000 litros con truchas vivas e incluso una "cabaña lechera" con un estanque adyacente; también son visibles las madrigueras subterráneas de las marmotas con salas de veraneo, cámaras de hibernación, letrinas e incluso "cementerios". Saliendo de la sala de la pradera alpina, se puede observar un cuadro otoñal con castañares y avellanares y la puesta de sol, mientras algunos ciervos deambulan en su "época de celo" y algunos gnomos observan a los visitantes.

Se trata de una sección destinada especialmente a los niños en edad preescolar, para hablarles de la naturaleza en forma de cuento de hadas. Tras dejar a los gnomos, casi se entra en un desván donde una pareja de lechuzas está criando a sus polluelos y la luz de la luna entra por una trampilla del tejado. Continuando, se puede visitar una reconstrucción de una mina, con aforo limitado, que nos adentra en una cueva subterránea de piedra caliza con estalactitas y estalagmitas.

Todos estos escenarios descritos están coronados por varios monitores, también interactivos, con imágenes naturalistas y asistidos por música y ruidos de fondo, y la posibilidad de escuchar trivialidades directamente desde el smartphone. Las pinturas escénicas naturalistas son obra del artista Alcide Pancot. La visita no termina aquí, sino que se puede visitar otra sala muy iluminada donde se crían algunos anfibios, roedores y reptiles.

Por último, puede entrar en la Sala de las Sensaciones, un pequeño cine donde podrá ver películas en rotación y experimentar sensaciones emocionantes como, por ejemplo, oír y ver la tormenta, el viento, las voces de los animales y también otras maravillas que la Naturaleza nos ofrece a diario y que, a menudo, debido a nuestra agitada vida, no podemos "disfrutar".