No todos los centros termales pueden alardear de una historia milenaria. El Balneario de Trescore sí.

En la entrada de Val Cavallina, un paraíso natural a unos 15 kilómetros de Bérgamo, está alimentado por tres manantiales de aguas sulfurosas que ya los antiguos romanos y después los galos apreciaban y explotaban para encontrarse bien. 

Pero su suerte fue la de encontrar, a finales del siglo XV, un promotor rico e influyente, Bartolomeo Colleoni, condotiero valiente y muy temido, que se enamoró de él, encargó su restauración y lo dotó del primer centro, conocido como Cà dei Bagni.

Hoy, junto con lo que queda de la estructura histórica, se encuentra un centro para cuidados moderno y equipado, en medio del campo y en la paz, donde salud y belleza van de la mano.

Las aguas de Trescore, ricas de hidrógeno suturado y de cloruros de calcio y magnesio están indicadas para tratar enfermedades de oído y de las vías respiratorias, patologías dermatológicas, reumáticas y articulares, pero también se emplean en tratamientos estéticos de gran eficacia. 

El complejo está dotado de varios centros especializados, entre ellos uno de flebología, uno de rehabilitación motora, uno de dermatología y un centro de medicina estética termal, donde se afrontan de forma “dulce”, utilizando técnicas no invasivas, los principales inestetismos de la piel del rostro y de las piernas. 

Además del agua, el Balneario de Trescore tiene otra carta ganadora: un extraordinario lodo natural. Se extrae directamente de la mina que se encuentra sobre las faldas de aguas sulfurosa, es rico de minerales y oligoelementos que sientan bien a la piel y alivian a quienes padecen de dolores articulares. 

Asimismo, a las piernas se dedican los recorridos vasculares, pasillos acuáticos que con potentes chorros de hidromasaje reactivan la circulación, endurecen y tonifican la musculatura.

Por último, puedes llevarte a casa las cremas de la línea cosmética de la marca Terme di Trescore, a base de agua termal, oligoelementos, extractos de hierbas y plantas oficinales seleccionadas. 

5 MOTIVOS PARA ELEGIR TRESCORE

El balneario se encuentra en una tranquila zona en la colina, cerca de los lagos de Endine e Iseo, donde se encuentran espléndidos castillos medievales como los de Bianzano y Monasterolo.
 
Trescore tiene una joya valiosísima: la Capilla Suardi, construida en el siglo XIII en la villa de los condes Suardi y pintada al fresco completamente, en 1524 por Lorenzo Lotto.
 
El casco antiguo de Trescore también merece una visita. Entre las obras arquitectónicas más interesantes, la Torre Suardi, en la plaza Cavour, del siglo XIII. 

En Casazza, el Museo “Cavellas” es un área arqueológica 1.000 metros cuadrados, con una aldea de época romana que puede cruzarse gracias a una ruta bien servida.
 
En Carobbio, las Vinagreras Testa, una de las excelencias del valle, proponen un vinagre balsámico de altísimo nivel. Se llama Bálsamo degli Angeli, o sea, de los ángeles.