Esta antigua vía fue una vez el hogar de muchos peregrinos. Muchos pasaron por Venecia, para embarcarse hacia Jerusalén. Fue un camino históricamente definido como “palmario”.

El Garda y su territorio no fueron los caminos más importantes y significativos recorridos por los peregrinos medievales. Sin embargo, no se puede afirmar que la figura del peregrino haya permanecido desconocida en estas tierras. La Vía Palmaria (Itinerario Burdigalense) rozaba el área del bajo lago.

Por otro lado, según lo documentado por los testimonios de antiguos hospicios, las orillas del Garda eran recorridas por peregrinos que descendían a los grandes lugares de la fe cristiana para anular los votos, a los numerosos lugares menores que la devoción popular había elegido como centros de culto y devoción particulares.

El itinerario Burdigalense es la ruta más antigua documentada por un peregrino de Burdeos y con destino a Venecia para embarcarse en Tierra Santa. Desde Brescia hasta la campiña de Lonate, en Brodena, Castel Venzago y Centenaro, luego San Pietro di Desenzano, Rivoltella, Sirmione y Peschiera, hasta Cavalcaselle en Verona.

Había hospitales y numerosos conventos y monasterios dispersos a lo largo del perímetro de las orillas, donde peregrinos que viajaban encontraban alojamiento y refrigerio. Actualmente, Garda vuelve a proponer las metas de un camino ideal del espíritu, una ocasión para la reflexión y la meditación. 

5 RAZONES PARA SEGUIR EL ITINERARIO

1.  Recorrer un camino histórico, rodeado por el espléndido paisaje del lago que ofrecen las orillas del lago de Garda.
    
2.  Que la ruta de Kneipp sea una cura presente en muchos de los centros de bienestar es algo que la mayoría conoce, pero quizás no todos saben que fue un abad alemán, Sebastian Kneipp, el que la inventó. A finales del siglo XIX, su nombre se extendió por toda Europa, llegando hasta Lombardía. Disfrute de un descanso relajante en los balnearios de Sirmione, uno de los lugares más destacados de la región, donde puede probar las enseñanzas del abad.
    
3.  Licores amargos, propóleos y jalea real, hierbas medicinales y chocolate, todos elaborados por los monjes, se compran en la Abadía de San Nicola, en Rodengo, famosa por sus tónicos-digestivos.
    
4.  No puede dejar de visitar el centro histórico de Desenzano, la plaza Malvezzi del siglo XVI, el castillo que data de la Edad Media y el antiguo puerto, construido durante el período de la República de Venecia.
    
5.  Al salir de la costa y adentrándose en la península de Sirmione, en su extremo, podrá disfrutar de la vista de las Cuevas de Catulo, donde se identifica una villa romana construida entre finales del siglo I aC. y el siglo I dC.