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Monte Stella y el Jardín de los Justos
Descubrir Milán a pie es una buena alternativa para conocer la ciudad. Hay lugares que a veces ni imaginamos que existen o de los que solo hemos oído hablar vagamente.
A veces, el ajetreo de la vida cotidiana o simplemente la pereza no nos hacen salir de nuestra zona de confort. En cambio, pasear es una de las pocas cosas que se pueden hacer en esta época del año, aprovechando los hermosos días soleados para pasar un rato al aire libre.
Un lugar muy especial es el Monte Stella , situado al noroeste del centro de Milán, entre los barrios de QT8, Portello y Lampugnano. Es una zona cercana al estadio de San Siro y a la zona de la Feria.
El Monte Stella, más conocido por los milaneses como la Montagnetta di San Siro o simplemente la montagnetta, es uno de los parques de nuestra ciudad. Tiene varias entradas situadas en Via Cimabue, Isemia, Terzaghi y Sant'Elia.
El Monte Stella es una colina artificial formada originalmente con la acumulación de escombros, causados por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y otros materiales procedentes de la demolición de los últimos tramos de los Bastioni, que tuvo lugar después de 1945. El proyecto fue del arquitecto Piero Bottoni, que lo dedicó a su esposa Elsa Stella, que da nombre a la colina.
Es un lugar de ocio: hay quien va andando, quien sube a la cima en bicicleta y quien, una vez arriba, se sienta a admirar la vista. Incluso por la noche, cuando la ciudad se ilumina, merece la pena visitarla. Que haya una colina para subir a la cima en Milán parece realmente extraño, pero sin duda merece la pena dar un paseo.
Desde 2003, en la pequeña colina también se puede visitar el Jardín de los Justos, un lugar dedicado a quienes se opusieron a genocidios y crímenes contra la humanidad. Allí se plantan árboles en honor de Moshe Bejski, Andrej Sajarov, Svetlana Broz, Pietro Kuciukian y muchos otros. Cada año, la elección de las personalidades que se conmemorarán en este jardín se confía a un comité especial.