Al final de un larga carretera arbolada en dirección a Bergamo se encuentra el  Santuario de Santa Maria della Croce,  construido para la veneración mariana después de los numerosos milagros que sucedieron tras la aparición de la virgen el  3 abril 1490 en Caterina degli Uberti. 

La primera piedra se puso el   6 agosto 1490,  gracias a las ofrendas de los fieles que permitieron dar inicio a las obras.

El arquitecto encargado fue Giovanni Battagio, alumno de Bramante, que construyó el edificio en loza, con una planta central, tres filas de galerías sobrepuestas y capillas  en los cuatro puntos cardinales. En 1500 la construcción se terminó pero añadiendo una galería  de estilo gótico por parte del nuevo arquitecto Giovanni Antonio Montanaro.

El Santuario di Santa Maria della Croce es un maravilloso ejemplo de arquitectura renacentista lombarda, caracterizado en el exterior por la combinación de colores  terracota con zonas más claras.  En el interior, la planta es central y tiene las paredes adornadas con frescos de importantes artistas cremaschi e cremonesi  con una combinación de dos estilos: renacentista en la parte inferior y barroco en la parte superior.  La cúpula central  está divida en ocho partes y presenta bellísimos frescos que representan el triunfo de la  cruz,  mientras más abajo encontramos una banda de profetas y sibilas. Asimismo, muchos de los altares laterales presentan pinturas de artistas de relieve. Finalmente, en la bóveda se puede admirar el fresco que representa el  gruppo della Vergine e Caterina degli Uberti,  con un bajorrelieve de terracota en el centro,  donado por un noble milanés.