La construcción  del Duomo de Como se inició en 1396 con  el proyecto de Lorenzo degli Spazzi, pero a lo largo de los años, diversos artistas se sucedieron en su obra, dando vida a este maravilloso ejemplo del tardío gótico lombardo  que se encuentra aquí con el renacentista.

La fachada de la catedral de Como es un triunfo del mármol liso  y de elementos decorativos que se entremezclan entre sí armónicamente: en el montante del abanico de las puertas, escenas narrativas dedicadas a la encarnación, sobre la puerta mayor, la Virgen flanqueada por algunos santos; otros santos y santas decoran el exterior de la catedral hospedados en nichos cúspide; debajo del rosetón, un joven que representa al Espíritu santo, colocado en lo alto, entre el cielo y la tierra.

Es especial, la  Porta della Rana por la presencia de una rana esculpida  en la jamba izquierda de esta puerta, además según la leyenda popular el agua habría llegado justo a este punto durante la desborde del lago.  El interior del Duomo de Como  está decorado  con tapices cinquecentescos, frescos y pinturas, obras de arte que ensalzan su suntuosidad y su belleza.