El  Santuario della Madonna del Bosco se encuentra en una fantástica ubicación panorámica  que permite disfrutar de una vista única sobre el  Valle dell'Adda, y si no bastase el motivo del paisaje para acercarse a este santuario, se trata también de un valioso ejemplo de barroco lombardo.

Su construcción está ligada a un hecho milagroso que tuvo lugar el 9 mayo de 1617. Aquel día  tres pastorcitos  llevaban el rebaño a pastar en el campo, cuando vislumbraron a la virgen que se les aparece entre luz y esplendor; la virgen se encontraba sobre tres grandes castaños, uno de los niños recoge un erizo ya maduro, aunque todavía era primavera y, cuando lo mostro a sus paisanos,  se interpreto como la señal de que María quería ser venerada en aquel lugar.  Así nace la devoción a la Madonna del Bosco, llamada también, Madonna del Riccio o Madonna dei Miracoli di Imbersago, iniciándose la construcción de una pequeña capilla primero y de un santuario después, como consecuencia de otros prodigios de la virgen.