Perla de la Alta Valtellina, Livigno está situada entre el Stelvio y la Engadina. Es una de las estaciones invernales más famosas de Europa y ofrece actividades deportivas, compras y especialidades gastronómicas locales.

Los aficionados al esquí alpino pueden esquiar por pistas de más de cien kilómetros, con distintos niveles de dificultad, desde 1800 hasta 2900 metros de altitud (por ejemplo, el Snowpark de Mottolino y Carosello 3000). En el valle, en cambio, no menos de treinta kilómetros de pistas soleadas esperan a los aficionados al esquí de fondo, con recorridos fáciles o más exigentes.

Livigno también es un destino popular para los snowboarders y freestylers de , incluidos los que desean acercarse a este deporte. También es escenario del Maratón Internacional de Gran Fondo, el "Sgambeda", y los entusiastas del Telemark pueden disfrutar cada año del "Pliemas", el festival internacional de este deporte de origen nórdico.

Si lo que busca es el contacto con la naturaleza virgen, puede optar por las raquetas de nieve, llamadas "drezola" en el dialecto de Livigno, o elegir la disciplina del esquí de montaña, la marcha nórdica o la escalada en cascadas de hielo. Tampoco faltan oportunidades para montar a caballo o realizar emocionantes excursiones en motos de nieve o trineos tirados por perros.

Con más de 250 tiendas repartidas por toda la zona, Livigno es también un gran centro comercial al aire libre donde se pueden hacer compras libres de impuestos, una peculiaridad que hace famosa a esta estación en toda Europa. Aquí, las compras se viven al aire libre y rodeados de montañas, entre boutiques exclusivas y tiendas tradicionales. Livigno puede definirse como un gran outlet de lujo en las alturas, donde la comodidad de las compras libres de impuestos se combina con la naturaleza.