Cassinetta de Lugagnano está situada a lo largo del Naviglio Grande, a 25 km de Milán, inmersa en el Parco del Ticino, y nos da la sensación de entrar en un lugar atemporal.

Aquí, las grandes familias milanesas solían pasar el verano, atraídos por la paz de este pueblo y por su belleza única. Los Trivulzio, los Visconti, los Mantegazza, los Castiglioni: estos son algunos de los nombres ilustres que se dirigían a este lugar periódicamente, también para gestionar sus tierras. Fueron estas importantes familias las que crearon lo que hoy es un verdadero patrimonio de Cassinetta de Lugagnano, las villas nobles o villas de delicia.

Estas espléndidas residencias de verano son hoy la mayor atracción de Cassinetta, pequeño oasis de tranquilidad fuera de la ciudad, como lo era para sus propietarios. A lo largo del Naviglio se encuentran Villa Beolco-Negri (ahora Ayuntamiento), Villa Negri, Villa Visconti Castiglione Maineri, Villa Cattaneo-Krentzlin, Casa Spirito y Villa Castiglioni Nai-Bossi con el oratorio de San Giuseppe.

Muy cerca del Naviglio, en la zona de Lugagnano, se encuentran también Villa Mörlin-Visconti (ahora Grosso-Pambieri), Villa Frotta Eusebio, Villa Mantegazza Macinaghi, Villa Birago Clari Monzini y la neoclásica Villa Trivulzio. A lo largo de la carretera hacia Corbetta, en la zona Bardena, se levanta la Villa Bodio Parravicini Bottiglia.