El Castillo Scaligero de Sirmione está situado al final de la estrecha franja de tierra que desde el interior, se arroja al Lago de Garda.

Aquí, con la longitud de un puente levadizo, un brazo de agua divide la tierra firme de una isla defendida por el Castillo Scaligero.

El castillo y su dársena, todavía en perfecto estado de conservación, representa un raro caso de fortificación destinada a uso portuario.

Una vez entramos en la Fortificación, se accede al patio principal, rectangular, rodeado de altos muros y de torres angulares. A la izquierda del patio, se erige la torre de avistamiento.
El castillo tuvo su máximo esplendor hacia finales de 1300, aunque fue una fortaleza de extrema importancia no fue nunca sede de corte. Además de la entrada a los subterráneos, aquí encontramos restos de muros del Monasterio de S. Salvatore de época longobarda.

Un gran portal de arco introduce a un primer revellín y a un primer puente levadizo, ambos están unidos por un corredor que conduce al segundo puente levadizo.

A los lados del corredor, se abren los accesos del patio de la dársena ,y del segundo patio, donde una escalera de 146 gradas, conduce a un largo camino de ronda, hasta un puesto de guardia.
Siguiendo, se llega al interior de la Torre Angular que conduce a caminos con las típicas almenas gibelinas con forma de cola de golondrina.