El territorio del Parque del Alto Garda comprende nueve Municipios: Salò, Gardone Riviera, Toscolano Maderno, Gargnano, Tignale, Tremosine, Limone sul Garda, Valvestino y Magasa.

Las características únicas de este territorio lo distinguen como un destino ideal para diferentes tipos de experiencias en contacto con la naturaleza. La belleza de estos lugares se ve reforzada por la sinergia particular entre el lago y el entorno de montaña, elementos fundamentales de esta tierra extraordinaria.

Las terrazas y estructuras para proteger las plantas en invierno, que ya existían en el siglo XIII, habían impactado a Goethe durante su viaje a Italia a fines del siglo XVIII. Distribuidos en el territorio entre las ciudades de Limone, Gargnano y Maderno, los restos de los invernaderos para limoneros son testigos de una larga historia de trabajo duro, habilidad y satisfacción, descrita en detalle en el Ecomuseo della limonaia Pra dela Fam, en el puerto de Tignale.

El amplio invernadero, junto al lago, es de notable interés paisajístico y arquitectónico y ofrece degustaciones de productos elaborados con los frutos allí cultivados (prueba los limones en sal aromatizados con pimientos picantes o pimienta). También vale la pena visitar la Limonaia del Castèl en Limone: apoyada contra las paredes de roca de Monte Sughera, conserva su espectacular planta de paredes y pilares e ilustra los métodos de cultivo de cítricos.

No solo limones
Gabriele D'Annunzio intervino en la accesibilidad de Limone del Garda, hasta 1931 accesible solo a pie o en barco. De hecho, el poeta apoyó con convicción la finalización de la Gardesana Occidentale que hoy corre a lo largo de la costa lombarda del lago superior. Destino favorito de los turistas alemanes, la ciudad conserva sus antiguas y estrechas casas alrededor del puerto, evocando la aldea de pescadores del pasado.

Recorriendo las callejas, se llega a la pequeña iglesia de San Pietro, que protege a los habitantes desde el siglo IX. En el techo se pueden ver tejas planas de origen romano y debajo del pequeño porche hay restos de frescos. El campanario fue parcialmente demolido durante la Primera Guerra Mundial, para quitar un precioso punto de referencia al cañón austríaco colocado en la cercana localidad Crocette. En Limone también es posible visitar el lugar de nacimiento de San Daniele Comboni y descubrir las actividades que realizan en varios países del mundo los misioneros y misioneras que llevan su nombre.

Emociones fuertes
Con vistas al lago, Tremosine se desarrolla en un altiplano, más similar a un pueblo alpino que a las típicas ciudades lacustres, inmerso en la naturaleza de los pastizales y de la montaña, si bien presenta una vegetación típicamente mediterránea.

La excursión a Tremosine, considerada una de las aldeas más hermosas de Italia, ya comienza a emocionar desde el camino que conduce hasta allí, a lo largo de la Strada della Forra, definida por Winston Churchill como la octava maravilla del mundo. La carretera sube engastada entre las montañas, aprovechando una hendidura tallada por el Brasa, un arroyo de la zona. Es encantador recorrerla después del crepúsculo, posiblemente en moto. No hay que dejar de asomarse desde la Terraza del Brivido, una plataforma suspendida sobre el lago a 350 metros de altura, desde la cual se disfruta de un panorama impresionante, que abraza la misma Strada della Forra. Desde el Hotel Paradiso se accede libremente a la terraza.

Verde y silencio
Sitio de interés comunitario para la Unión Europea, Valvestino es un paraíso para quienes prefieren la naturaleza y el silencio. Esta zona montañosa, salvaje y magnífica, es una tierra de frontera y de tránsito, habitada desde tiempos prehistóricos y luego atravesada por los romanos. Durante la Primera Guerra Mundial fue territorio austríaco.

Recorriendo el sendero que conduce desde Magasa a los montes Tombea y Caplone, se encuentran antiguos depósitos militares excavados en la roca, trincheras y puestos estratégicos en mampostería o en el suelo. También cabe señalar los graneros con los techos de paja de Cima Rest y Denai que son únicos en toda el área alpina y atestiguan la presencia de una cultura muy antigua, convertidos ahora en estructuras hoteleras.

Deportes
Entre el lago y las montañas, el Alto Garda es ideal para los apasionados de deportes. Vela y surf en Gargnano, Limone y Tremosine, equitación, parapente y golf en Toscolano Maderno, barranquismo en Tignale. 

Bisse
En esta embarcación típica gardesana, con casco de fondo plano para encontrar menos resistencia en el agua, se rema de pie con una técnica que combina sincronismo, equilibrio y ritmo de movimientos. Desde 1967 las bisse han vuelto a surcar las aguas del lago. En la costa lombarda hay grupos deportivos que hacen conocer esta antigua tradición en numerosas localidades.