Podrías comenzar con un paseo por el parque a pocos pasos del centro de Monza, la capital de la provincia más joven de Lombardía. 

El famoso parque es uno de los más grandes de Europa, capaz de sorprender cada vez que lo visitas: simplemente hay que echar a andar por un nuevo sendero, acercarse a un molino o hacer una fotografía de uno de los puentes a lo largo de los recorridos. Para sumar algo de emoción, pasa por el famoso Autódromo Nacional de Monza, que se encuentra en su interior. Es uno de los circuitos permanentes más antiguos del mundo y durante todo el año su pista es surcada por autos antiguos y de carreras. El evento más importante es, sin duda, el Gran Premio de Fórmula 1 de Italia, que se celebra aquí desde 1922.

Sin ir muy lejos, se añade a la jornada una pizca de arte y cultura visitando la Villa Real: un espléndido palacio neoclásico con un magnífico Mirador, con espectaculares vistas de los jardines. 

En la ciudad, la Catedral de Monza merece una visita con su Cappella degli Zavattari que, después de años de restauración, ha vuelto a mostrar al público la historia de la Reina Teodolinda narrada con un ciclo de frescos que datan de principios del siglo XV.

¿Te cansa la muchedumbre? Por la vía ciclable que corre a lo largo del canal Villoresi uno puede alejarse del tráfico y seguir un itinerario hasta Cassano d’Adda, admirando casas de campo y suntuosas mansiones en el camino. Una parada en Brianza para satisfacer también el paladar con los restaurantes con estrellas Michelin y los mejores productos locales.

Aquí te damos 10 buenas razones para visitar Monza y Brianza.