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Parque Regional Adda Sud
El Parque Regional Adda Sud se extiende a lo largo del bajo curso dell'Adda, entre Rivolta d'Adda al norte y Castelnuovo Bocca d'Adda, en el estuario del Po, al sur.
Comprende el tramo más planiziale (alpino) del río, con amplias extensiones agrícolas, bosques naturales y semi-naturales y cultivos de álamos.
Desde el punto de vista naturalístico, destacan las zonas húmedas y el brazo muerto, ricas en avifauna acuática, como la reserva "Adda Morta" y la Zerbaglia, donde se encuentra el mayor grupo de garzas del parque.
El territorio del Parque Adda Sud está constituido por una primera franja de cerca de 5.000 hectáreas que comprende la zona de terreno inundable agrícola-forestal, en particular, las tierras situadas en la altura más baja dentro de los valles del Río e inundadas, ya sea con agua de inundaciones o por resurgencia cuando aumenta el canal del río. La segunda y la tercera franja comprenden una vasta área del Parque que cubre cerca de 18.000 hectáreas de campos fértiles tanto de la orilla Lodigiana como de la orilla Cremasca - Cremonese. El paisaje vegetal está caracterizado por áreas de bosque, ambientes húmedos y playas fluviales.
Los aspectos faunísticos de mayor relieve guardan relación sobre todo con la avifauna con la presencia de tres colonias de garzas y alguna pareja de aguilucho lagunero que nidifican frecuentemente en el Parco.
En cuanto a los mamíferos, es interesante la presencia de la mofeta en las zonas húmedas mejor conservadas y del lirón en los bosques más extensos.
También destaca la presencia de una pequeña población de gamo, asentados en el bosque, en la zona norte del Parque. Entre la fauna íctica destaca la presencia de la Lamprea de río.
Están presentes en el territorio del Parque Adda Sud, además de los monasterios que en el Medievo, constituían células de vida de los monjes y una ayuda para la población limítrofe, muchas granjas con elementos típicos de la zona del Lodigiano - Cremasco - Cremonese.
Estas estructuras agrícolas de ese modo articuladas, contaban a menudo con pequeños edificios para el culto, los oratorios, de los que todavía encontramos varios en modestas condiciones.
También, encontramos varios Castillos en muchos de los municipios cuyo territorio forma parte del parque.